Fleet Foxes

Esta banda surgió en el 2006, proveniente de Seattle, Washington, cuna del grunge a principios de los 90. Sin la crudeza ni la apatía de este movimiento liderado por Nirvana y Pearl Jam en su momento, los Fleet Foxes se suman a la camada de bandas que vuelven a poner en primer plano a esta ciudad del noroeste de los Estados Unidos, también con el apoyo del reconocido sello independiente Sub Pop, que reúne a bandas como Band of Horses, The Shins, The Rapture y Death Cab for Cutie, entre otras.

Sin dejar de lado las camisas leñadoras tan típicas de esta región yanqui, pero sí desenchufando las guitarras, los Fleet Foxes lograron sorprender con un disco debut que rompió un poco con la monotonía de sonido que se venía dando con las bandas llamadas indie. A cargo de guitarras acústicas y un juego coral de voces magnífico, los Foxes trajeron melodías que refrescan los oídos.
Debo admitir que cuando escuché la primera vez este disco, no me gustó demasiado, pero como pasa con los grandes discos, uno se va encariñando a medida que le va dando mas escuchas.

El disco empieza con voces a capella dignas de iglesia, hasta que las guitarras invaden la atmósfera ("Sun it rises"), para luego repetir la fórmula en el siguiente tema :"White Winter Hymnal". En "Ragged Wood" se destaca la batería marcando el cambio de ritmo con respecto a los temas anteriores.
En "Tiger Mountain Peasant Song" las guitarras acústicas se hacen cargo de una tranquila canción con una letra un tanto críptica.
"Quiet houses" y "He doesn´t know why" hacen acordar a los Byrds, mientras que en "Heard them stirring" y "Your Protector" no sería errado asociarlos con algo de los Beach Boys, por el jueguito de voces más que nada.

Los últimos tres temas son acústicos a más no poder, dejando la voz y la guitarra como únicos protagonistas, algo que está bien para un día en que se está del humor indicado como para soportarlo, aunque otras veces quizas resulte un poco monótono. Estamos hablando de "Meadowlarks", "Blue Ridge Mountains" y "Oliver James".
Está claro que si hablamos de influencias, podemos nombrar a Neil Young, Simon & Garfunkel, Crosby, Stills & Nash o a los ya mencionados Beach Boys y The Byrds.

Lo que deja entonces este disco es un arreglo de voces muy cuidado llenos de espiritualidad y sobre todo una bocanada de aire fresco entre tanto sonido repetido. Los Fleet Foxes nos demuestran que no hace falta hacer ruido para ser escuchado. De ninguna manera son los salvadores del rock, pero siempre es bienvenido algo original que rompa un poco el hielo, y aquí es donde se ubican estos muchachos de Seattle.



1. Sun It Rises
2. White Winter Hymnal
3. Ragged Wood
4. Tiger Mountain Peasant Song
5. Quiet Houses
6. He Doesn't Know Why
7. Heard Them Stirring
8. Your Protector
9. Meadowlarks
10. Blue Ridge Mountains
11. Oliver James

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