sábado, 4 de julio de 2009

Ahi van mis ganas aniquiladas
por un sendero embarrado
que transito con lúgubres pasos
y dejo huellas demacradas.

Tiento al destino, anticipando deseos
jugando a dominar perversos sueños
que arriconan al alma
y lo dejan en las penumbras.

Penumbras que visito tanteando mi animo
ciego de la verdad que me apresa.
Seré parte de lo quieras hacer de mí.
Haré mio lo tuyo y viceversa
como un juego perverso de encontronazos y promesas.

Dejaré de estar pendiente de tus acciones
en cuanto me asegures tu presencia
junto a mi lado, en estos dias de soledad ininterrumpida.

Volverás a mi cuando lo creas oportuno y te abrire mis puertas
con la llave que una vez me regalaste,
dejandome ese sabor agridulce que tienen los reencuentros.

Las despedidas no son mi fuerte, aunque no creo tener alguno.
Me retiro apenado de no verte mas por aqui, sin siquiera con el beso final que anuncia traicion.

No hay comentarios:

Publicar un comentario